Si
hay Dios
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende
de emoción, si hay Dios...
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende
de emoción, si hay Dios...
Podrás llevarte
a aquellos que me importan,
Despojarme de mis
ropas, desviarme de la luz.
Podrás llenar
de oscuridad mis sueños,
Podrás porque
eres tú.
Podrás romper
de nuevo el juramento,
deshaciendo las
cadenas que te ataron una vez.
Pero dame tú
el valor, que tengo miedo.
O, puedes darme
una esperanza
O, arrancarme,
al fin las ganas de seguir por ti
buscando entre
mi almohada
¿qué
es una dama blanca?
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende
de emoción, si hay Dios...
Podría haberte
dicho que me importas.
Eso... y un millón
de cosas. Pude hacerlo
y no lo hice y
no sé por qué.
Será porque
es más fácil escribirlo
o demostrarlo,
que
montar un numerito
de esos de fatalidad,
según lo
que establece el reglamento
del aparentar.
Podría haber
llorado un mar de lágrimas
Saladas, arrojarme
a los abismos
y partirme en dos
el alma, desatar la tempestad
y el huracán
de mi garganta,
y confesar desesperado
que no puedo con mi rabia.
Aunque en mi actitud
no soy tan evidente,
no puedo sufrir
más.
Que el dolor cuando
es por dentro es más fuerte,
no se alivia con
decírselo a la gente.
Lloraré...
si sé llorar,
como el tímido
rocío del clavel, en soledad.
Estaré...
todos se irán, ya lo sé
A tu lado en cada
golpe,
como lo hacen las
orillas y la mar,
como lo hace el
campo y el agua que lloverá.
Podría ser
más educado
pero, el alma sólo
entiende de emoción
y si hay Dios,
seguro entiende de emoción.
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende
de emoción, si hay Dios...
Podría haber
llorado un mar de lágrimas
Saladas, arrojarme
a los abismos
y partirme en dos
el alma, desatar la tempestad
y el huracán
de mi garganta,
y confesar desesperado
que no puedo con mi rabia.
Aunque en mi actitud
no soy tan evidente,
no puedo sufrir
más.
Que el dolor cuando
es por dentro es más fuerte,
no se alivia con
decírselo a la gente.
Lloraré...
como el tímido
rocío del clavel, en soledad.
Estaré...
todos se irán, ya lo sé
A tu lado en cada
golpe,
como lo hacen las
orillas y la mar,
como lo hace el
campo y el agua que lloverá.
Podría ser
más educado
pero, el alma sólo
entiende de emoción
y si hay Dios,
seguro entiende de emoción.
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende de emoción, si hay Dios...
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende de emoción, si hay Dios...
Eh, si hay Dios,
sea como sea es simplemente amor, ¡ay Dios!...
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende de emoción, si hay Dios...
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende de tu amor, si hay Dios...
Eh, si hay Dios,
seguramente entiende de emoción, ... |
Aquello
que me diste
Inmensas tempestades,
tu mano y la mía.
Tienes algo...
no sé que es.
Hay tanto de melódico
en tu fantasía...
y un toque de misterio,
mi límite.
Conservo algún
recuerdo que no debería,
lo sé, ¿qué
puedo hacer?
A todos no ocurre:
la monotonía
nos gana la batalla
alguna vez.
Alguna vez, alguna
vez, alguna vez....
Por eso, vida mía,
por el día a día,
por enseñarme
a ver el cielo más azul,
por ser mi compañera
y darme tu energía;
no cabe en una
vida mi gratitud
por aguantar mis
malos ratos y manías,
por conservar secretos
en ningún baúl,
capaz de ganar
y de perder.
Perdona si me ves
perder la compostura.
En serio, te lo
agradezco que hayas sido mía.
Si ves que mi canción
acaso no resulta,
avísame
y recojo la melancolía.... melancolía.
Te dejaré
una ilusión,
envuelta en una
promesa de eterna pasión;
una esperanza pintada
en un mar de cartón;
un mundo nuevo
que sigue donde un día lo pusiste.
Tú eres
esa mujer
por quien me siento
ese hombre capaz de querer,
viviendo cada segundo
la primera vez,
sabiendo que me
quisiste
y todo aquello
que me diste.
Conserva mi recuerdo
de piratería.
Derrama los secretos:
abre aquel baúl.
Sigamos siendo
cómplices en compañía,
de aquello que
me diste bajo el cielo azul.
Por aguantar mis
malos ratos y manías,
por conservar secretos
que me guardas tú..
Quiero ser por
una vez,
capaz de
ganar y de perder.
Perdón si
alguna vez guardé la compostura.
No sabes lo que
ha sido que hayas sido mía.
Comprendo que agotaste
toda tu dulzura,
pero no me pidas,
niña,
la melancolía...,
melancolía.
Te dejaré
una ilusión,
envuelta en una
promesa de eterna pasión;
una esperanza pintada
en un mar de cartón;
un mundo nuevo
que sigue donde un día lo pusiste.
Tú eres
esa mujer
por quien me siento
ese hombre capaz de querer,
vivo cada segundo
la primera vez,
sabiendo que me
quisiste
y todo aquello
que me diste.
.. un mundo nuevo
que sigue
donde un día
lo pusiste.
Tú eres
esa mujer
por quien me siento
ese hombre capaz de querer,
vivo cada segundo
la primera vez,
sabiendo que me
quisiste
y todo aquello
que me diste.
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